Llevo algunos días sin aparecer por aquí, no porque no me apetezca, sino porque no tengo mucho que contar debido a mi casi inactividad. Como bien sabéis he decidido atacar las molestias que me llevan acompañando varios meses. Las susodichas no me impiden entrenar e incluso competir, pero no terminan de desaparecer. Y la única solución ha sido... parar. Me encuentro en manos de un fisio que creo está dando con la solución. Llevo tres semanas que prácticamente no hago nada, aunque ya afortunadamente tengo luz verde para empezar a entrenar. He empezado a alternar sesiones andando y trotando. Aunque me cuesta muchísimo aguantar el genio cuando troto, pues las piernas se aceleran y tengo que estar frenándome continuamente. Tenía previsto aprovechando las próximas vacaciones, correr la medía de Madrid, pero no es lo más correcto. Pienso que los cambios no suelen suceder al ritmo que más nos conviene, y esto, no se va a arreglar de la noche a la mañana y la falta de paciencia puede dar al traste con todo el proceso que estoy llevando. Muchas ganas tengo de volver a la normalidad y poder aprovechar estos meses en los que abundan las carreras y en los que se puede disfrutar del buen tiempo.
Aprovecho esta entrada para desear toda la suerte del mundo a los que vais a disfrutar mañana de la Maratón de Barcelona.
He encontrado este vídeo que me parece muy motivador y en el que se dan muchas respuestas a esta historia que nos tiene enganchado y que a veces nos hace perder el Norte.