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KEEP CALM and GO BAREFOOT

sábado, 28 de febrero de 2015

MARATÓN DE SEVILLA 2015.....




Pudo haber sido y no fue…. Quizás en esta típica frase se resuma la síntesis de mi sexto maratón. Que es lo que pretendía? Pues como todos, en primer lugar intentar hacer marca personal y si no fuese posible, pues lo de siempre, el tópico conformista de terminar  lo mejor posible.
Como siempre que me enfrento a un reto de este calibre, mi preparación había sido la de meter el máximo de kilometrajes y mucha bici de montaña. Hasta ahora, este método no me había ido mal del todo y poco a poco en mis anteriores maratones siempre había  arañando algo.
Los entrenos anteriores habían sido fenomenales, las sensaciones muy buenas y la tremenda  ilusión que tenia depositada en este maratón me hacía presagiar que algo importante podía pasar. Pero, como siempre algo tenía que ocurrir. Por problemas laborales, he estado la tres semanas anteriores de correr esta prueba casi sin poder entrenar. Me he perdido la medía de Torremolinos, muchos días sin poder salir y las importantes tiradas pre-maratón que aunque pienso que no tienen mucha relevancia, sí ayudan a terminar una buena preparación.
El sábado pusimos rumbo a Sevilla, después de haber trabajado de siete a una. Dos horas de carretera, comida y a patear Sevilla toda la tarde. Sobre las doce por fin al hotel y a descansar después de un día agotador. A las seis ring.. ring.. en pie. Contundente desayuno con Jorge y Luis y rumbo al olímpico. Muchísima gente por todos los rincones,  y a empezar con el ritual.   A la entrada nos encontramos con Daniel, Bernardo y Antonio, nuestros compañeros lomitos. Me comenta Daniel que ha pasado una mala noche y que no está muy bien de cara a la carrera, tiene serias dudas y andaba  preocupado, lo animo y le digo que quizás sea el presagio de un carrerón. Dejamos las bolsas en los roperos, excelente organización y a calentar. Nos deseamos suerte y con la música a tope, pistoletazo y que Dios reparta suerte.



Mi intención era la de salir a algo menos de cinco por kilometro hasta la mitad y a partir de ahí, si las fuerzas me acompañaban, intentar cumplir mi objetivo que no era otro que de baja de los 3:30 y si existía la posibilidad y me acompañaban las fuerzas,  intentar llegar a mi marca de 3:27.
Los primeros kilómetros transcurren muy bien, me sitúo por debajo de 4:40, las fuerzas están intacta y voy disfrutando de cada zancada. Jorge me acompaña y vamos muy sueltos y hablando. A partir del cinco aumento un poquitín el ritmo para probarme y todo responde a la perfección, ninguna molestia y  las pulsaciones controladas. Jorge se queda y yo continuo,  habíamos pactado  que cada uno hiciera su carrera.
Van pasando los kilómetros y sorprendentemente me sigo encontrando muy bien, de vez en cuando aparece un dolorcillo en la rodilla derecha que va y viene, intento abstraedme de él y sin problema.
Un poco antes del kilometro  diez, me encuentro con Miguel de “Correcorriendo” nos saludamos y lo veo  a un ritmo constante y con mucho control. Estamos  un rato hablando y continuo. Yo iba algo más rápido y él se queda. Quizás me tenía que haber quedado con él y aprovechar su experiencia y su dominio de esta distancia. En el quince las sensaciones seguían igual, mucha frescura,  seguía por debajo de los cinco minutos y a afrontar la mitad del recorrido. Paso por la media maratón en 1:39, un minuto menos que el año pasado, subidón.  Constantemente se me pasa por la cabeza que puede salir todo muy bien, aunque aún queda mucho. Me paro en todos los avituallamientos para beber. Me fijo el treinta como siguiente objetivo. Sobre el veinticinco empiezo a notar un pequeño pinchazo en la planta del pie izquierdo,  le doy la justa  importancia pero cada vez me molesta más. No me impide correr, se me pasa por la cabeza los seis meses que me tuvo una fascitis en el dique seco. Cada vez pincha más, casi no puedo apoyar ya que es la zona justo detrás de los dedos. Decido parar y estirar el pie, se me alivia algo y continuo corriendo. Antes del treinta me pasa Miguel y me anima, lo veo muy bien y muy constante. Llego a los treinta regular, el problema del pie continua, pienso que me hace más daño mental que muscular. En el treinta y dos el Benito Villamarín, mucha gente animando y la Palmera por delante, uno de los peores tramos para mi, se me hace interminable. Por fin el parque de Maria Luisa, este año damos más rodeo por el interior, recupero un poco y a enfilar los últimos siete kilómetros.  A estas alturas las fuerzas van muy justas, los parciales empiezan a superar los cinco minutos y constantemente me adelantan corredores. Me pasa Jorge y me dice que va muy justo, no puedo ni hablar, solo quiero que vayan pasando los kilómetros y que aparezca el estadio. Pasamos por todo el centro, había quedado con mi familia pero por la gran cantidad de público no los veo a pasar por el punto establecido, aunque ellos si me ven a mí. Llegamos a la Barqueta, ya no queda nada, Jorge lo tengo a treinta metros pero soy incapaz de darle alcance. Y por fin el Olímpico, ya no miro el crono, voy justísimo y para colmo en el túnel me adelanta el globo de 3:30, menudo chasco, soy consciente de que la marca personal  voló y bajar de los 3:30 es casi imposible. Se me pasan miles de cosas por la cabeza en el tartán, pienso que he vuelto a vencer al maratón, lo bonita que ha sido la carrera y lo que he podido disfrutar. Se me ponen los pelos de punta con la gran animación y con la música, esprinto y por fin termino. Al final 3:29:27, no ha habido marca personal pero he bajado de los 3:30. Supercontento, completamente extenuado y con lagrimas en los ojos me encuentro a Jorge y nos abrazamos, está eufórico, 3:29 marca personal. Nos dirigimos a por las medallas, preceptivo beso a la chica que me felicita y me la entrega. Luis bajó de las cuatro horas, de lujo para su primer maratón. Otro más y ya van seis, veremos hasta cuando aguanta el cuerpo para seguir disputando esta distancia. Objetivo más que cumplido, no me puedo pedir más….

jueves, 12 de febrero de 2015

Sevilla a la vista....






La Física Cuántica es la ciencia que estudia los fenómenos desde el punto de vista de la totalidad de las posibilidades.
Define aquello que no se ve y explica los fenómenos desde lo no visible.  Contempla lo no medible y las situaciones en las que se puede dar un vacio conceptual en cualquier condición.
Todo esto en cierto modo,  es a lo que te puedes o mejor dicho, es  lo que me puedo encontrar al disputar un maratón.
Puedes haber realizado el mejor plan de entrenamiento, pero macho, si no tienes tu día, no vale de nada. Del mismo modo puedes hacer el clásico plan del aficionado, por sensaciones, sin ninguna disciplina autoimpuesta y te puede salir un carrerón.
En mi caso, en  los cinco que he disputado, todo ha sido,   salir  a correr cuando se puede y  bici de montaña  de vez en cuando. Nada de series, de técnica de carrera ni de ninguna historia de esas que contemplan esos planes tan milimétricamente diseñado por los entendidos,  que me merecen mucho respeto y  que soy consciente que a mucha gente le da resultado.
No me ha ido mal, el año pasado en Sevilla bajé de los  3:30 y las sensaciones en la carrera fueron buenísimas. Este año, más de lo mismo, mis salidas dos o tres veces a la semana y mucha bici. Aunque  los registros  de  tiempos y recorridos  son mejores que en temporadas anteriores.
Esto es así, por lo menos en mi caso y me ha dado resultado. Esperemos que este año en Sevilla todo salga bien y el tiempo ronde los 3:30 y si no, tampoco pasa nada, intentar acabar que ya es importante para mí.
Pues nada, allí estaremos dentro de unos días si mis obligaciones laborales me lo permiten. Pues algún problemilla tengo  y se puede ir todo al garete.
Espero saludaros a los que estéis por allí y mucha suerte para todos.